Luego a los catorce días de la última menstruación se van a encontrar el óvulo con el espermatozoide en la parte tercera de las trompas de Falopio, durante los siguientes siete días harán su camino para ubicarse en el útero donde el huevo será fertilizado y se implantará en el endometrio, el cual lo espera con todos los nutrientes. Una vez que ya ha sucedido comenzarán los signos del embarazo. Como la ovulación ya ha ocurrido no habrá más el ciclo menstrual. Al feto, durante esta etapa se lo llama blastocito, es tan pequeño que solo mide entre 0.1 y 0.2mm.
Al terminar la cuarta semana de embarazo ya estará formado el cordón umbilical. A partir de esta etapa comenzarán los síntomas típicos del embarazo. Al ser necesario más energía puede suceder que algunas de las tareas habituales cansen demasiado. Es común tener mucho sueño inmediatamente después de cenar. Por la mañana es normal que resulte difícil poder levantarse y además aparezcan mareos con deseos de vomitar. Es común en estas horas del día pero puede ocurrir en cualquier momento.
También puede suceder que se siga menstruando, lo cual puede confundir a la mujer, pero el sangrado dentro del primer mes puede ser a causa de la implantación del huevo en la mucosa uterina. Otro síntoma común es el rechazo a ciertos olores determinados. Aparecerá dolor en los senos, la areola comenzará a ser más oscura y crecerán casi de inmediato, siendo éste uno de los síntomas más característicos que advierten de un posible embarazo.
El deseo de orinar será más contínuo y se sentirá malestar en la pelvis, puede ocurrir un dolor punzante que debe ser cerciorado por el médico. Es aconsejable descansar todo lo que se pueda e ir preparando el entorno familiar para recibir al nuevo integrante de la familia.
