No es necesario extender el tiempo en el juego, el bebé conoce su tolerancia y dejará de llamarle la atención, momento en el cual se dejará de hacer los juegos par permitirle el descanso. Hacer reir al bebé resulta muy fácil y es ideal el momento del cambio de pañales, ya habrá pasado un tiempo suficiente después de las comidas, no estará cercana la hora de dormir, se encontrará bien despierto par que pueda intervenir satisfactoriamente en la técnica con juegos conocidos, con besos o caricias que le produzcan risa. Estos juegos pueden ser siempre los mismos, ya que el bebé no se cansa, por el contrario si le gusta pedirá más. Es mucho más fácil que el adulto se canse de los mismos juegos antes de que le suceda al bebé.
Por otra parte estos juegos de risoterapia serán beneficiosos para el adulto al contagiarse de la risa de su niño. La sesión de risoterapia debe ser realizada alejada del momento de las comida porque la risa puede hacer que el bebé sienta deseos de vomitar y también alejada del momento del sueño porque si el bebé se encuentra muy excitado no le será posible conciliar el sueño. Vale la pena tomarse unos minutos para la risoterapia porque además no hay nada más bonito que ver reir a un bebé. La sonrisa o risa del bebé es contagiosa por naturaleza por ello los adultos se beneficiarán practicándola y podrán notar que su estado de ánimo se va a ver beneficiado con una mejor tolerancia a todos los problemas que pudieran acosarle.
