Los dolores de parto se producen a causa de los cambios hormonales. Se producirá la dilatación del cerviz y del útero causando las conocidas contracciones regulares endureciendo el abdomen. El útero se relaja entre cada contracción permitiendo así que el bebé pueda moverse cómodamente. El bebé va a apoyar su cabeza en la pelvis causando dolor o una simple y pequeña molestia pero se notará un aflojamiento abdominal. En líneas generales los dolores de parto pertenecen a un mito de la creencia popular, ya que además de las contracciones que pueden ser dolorosas o no, el parto no conlleva ningún otro dolor. La expulsión del bebé se realiza de forma natural sin dolor.

Además si la mujer prevé miedos al dolor puede sugerirse la administración de la inyección epidural, la cual se aplica en la espalda, pero únicamente si su médico obstetra lo considera necesario, ya que es preciso comprender que la mujer necesita encontrarse activa para ayudar al nacimiento de su hijo realizando pujos al sentir la aparición de las contracciones, pero únicamente durante ellas, ya que hacer un esfuerzo cuando éstas no aparecen sería una pérdida de energía sin sentido. Por otro lado hay que tener en cuenta que todos los partos son distintos de mujer a mujer y además una misma mujer puede tener un parto normal sin ningún tipo de complicación sin embargo puede tener otro con algún tipo de complicación leve o viceversa.

Por ello es importante que la embarazada se encuentre en permanentemente en contacto con el médico obstetra a fin de observar que su embarazo se encuentre en buen curso y no se presente ninguna complicación en el momento del parto. Hoy en día mediante las ecografías 4D se puede constatar fehacientemente que el embarazo se encuentra en perfectas condiciones sin la presencia de complicaciones y en el caso de presentarse alguna es posible subsanarlas previamente al parto o en su defecto durante el mismo.