Es posible inducir el parto de forma natural sin perjudicar al bebé. Son métodos naturales para estimular las contracciones. Como primer método para inducir al parto, las relaciones sexuales durante a semana 39 o 40 del embarazo ayudan a inducir al parto debido a las prostaglandinas del semen. Mantener relaciones sexuales durante todo el embarazo es posible y está permitido siempre que tu embarazo no se encuentre dentro de un embarazo de riesgo y tu médico obstetra te haya indicado lo contrario. Al practicar el sexo estarás ayudando a la maduración del cuello uterino, tus orgasmos permitirán que se desencadenen las contracciones y obtendrás una mayor satisfacción.

Por otra parte piensa que luego del parto no podrás mantener relaciones sexuales durante todo el tiempo que te lleve el puerperio. Además camina, las caminatas son una buena ayuda para inducir el parto aún cuando aparezcan de forma natural las contracciones. Al caminar estarás ayudando a tu bebé a ubicarse mejor en el canal de parto y minimizarás el dolor de las contracciones. Nunca intentes inducir el parto con otros métodos extraños o aconsejados por quienes no conocen exactamente como puede desencadenar una estimulación como la estimulación de los pezones, ya que si bien son inductores del parto no se aconseja porque puede hacer que aumente el ritmo cardíaco de tu bebé.

Si ya has pasado tu fecha probable de parto consulta con tu médico obstetra. El aceite de ricino puede inducir el parto pero solo debe ser aconsejado por tu médico. Habla con él para que te indique la dosis si ya has sobrepasado tu fecha de parto. Si ya has pasado esta fecha, tu médico podrá hacer una inducción del parto removiendo las membranas. Al liberar las membranas amnióticas que se encuentran en el cuello del útero se libera prostaglandinas y comienza el trabajo de parto. Es posible inducir el parto de forma natural sin perjudicar al bebé únicamente si el cuello del útero maduró lo suficiente y entonces es posible iniciar el trabajo de parto. Jamás se debe intentar hacer una inducción al parto antes de la semana 40 del embarazo.