La importancia del yogur en el embarazo reside en que esta leche fermentada, lograda por medio de la acción de bacterias, transforma la lactosa en ácido láctico aumentando la consistencia habitual de la leche a causa de que las proteínas se coagulan. El yogur tiene un mayor período de conservación que la leche gracias a la disminución del PH. A pesar de que su aporte nutricional es similar al de la leche es mucho más tolerado gracias a la fermentación citada con anterioridad. Es recomendado para el embrazo porque al contener microorganismos vivos ayuda al tracto intestinal y en consecuencia evita el estreñimiento, un síntoma común en casi todas las embarazadas. Por ello es recomendable la ingesta de un yogur a diario para mejorar la flora intestinal.

Además de esta propiedad muy significativa, si el yogur contiene lasctobacilus acidófilo disminuirán las posibilidades de la candidiasis, una infección vaginal muy común en las mujeres y con frecuencia durante el embarazo. El mercado nos ofrece una gran variedad de yogures ya sean desnatados, enteros, con agregado de calcio o de hierro, con frutas o con cereales pero independientemente del gusto personal, al momento de elegir un yogur es importante controlar la cantidad de grasa que contenga de acuerdo al peso corporal o un aumento del colesterol, lo cual indicará una disminución en el consumo de grasas.

La importancia del yogur en el embarazo además de todas las cualidades descriptas anteriormente se fundamenta en que este alimento derivado de la leche brindará un buen aporte de una sal mineral como el calcio, que es esencial para el buen desarrollo de los huesos tanto para la embarazada como para su bebé. De todos modos ante cualquier duda siempre es recomendable una consulta con el médico obstetra, porque éste puede indicarle un suplemento de calcio si es que no se logra a partir de los alimentos. Pero la incorporación del yogur en la dieta de la embarazada no contrae ninguna contraindicación, ya que lo aconsejable es aumentar la ingesta de calcio, por lo cual un alimento nutritivo como el yogur no pose ningún efecto secundario.